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LA REVOLUCIÓN NARANJA DE UCRANIA


Mi nombre es Jaroslaw Wisniweski, soy polaco y tengo 42 anos.
Es la segunda vez en mi vida que espero la llegada de la Navidad en Donbass, parte oriental de Ucrania.
Como joven sacerdote misionero diocesano, me ofrecí voluntario para la Rusia post-soviética hace doce anos.
Diez veces celebré la Navidad con mis parroquianos rusos en el Cáucaso norte y el lejano oriente de Siberia. Finalmente, en 2002, cuando las famosas persecuciones contra los católicos en Rusia comenzaron bajo el régimen de Vladimir Putin, fui declarado "persona non grata". La versión oficial era mi excesiva actividad que los ortodoxos calificaron como proselitismo. Toda mi biografía, pensamiento, poesías y fotografías las pueden encontrar en esta dirección: www.xjarek.net
Ahora quisiera comenzar mi carta de Navidad en la que trataré tres cuestiones:
1-Explicación de mi vida misionera en Ucrania. Actividades, dificultades, proyectos y suenos.
2-Referencia general sobre el movimiento democrático en Ucrania llamado "Revolución naranja"
3-Expresar mi felicitación de Navidad

1 - Mi vida misionera en Ucrania.

Desde el mes de julio de 2002 estoy trabajando en Ucrania oriental. Al principio estuve dos meses en Lugansk y, más tarde, en septiembre vine a Makeevka y otros tres enclaves. En mi radio de actividad, de unos 100 km. a la redonda, viven más de un millón de habitantes, pero sólo 200 son católicos practicantes. Podéis compararlo con la religiosa África y decir con seguridad que el desierto está aquí en Ucrania, un desierto espiritual se entiende.

Por supuesto, no soy el único misionero aquí. Hay algunos ortodoxos y protestantes, incluso judíos y musulmanes, pero sus actividades son muy débiles y resultan como las mías.

La gente se preocupa, en primer lugar, de sobrevivir y disfrutar. Es el famoso dicho romano "pan y circo". Puedo ver muchas veces, en el parque cerca del centro metalúrgico, durante el fin de semana, cientos de autobuses gratuitos ofrecidos por el director de la empresa, para asistir a todos los partidos del Shakhter Donetsk, el equipo promovido por la oligarquía local. Cada vez viajan más de 50 km. Mientras tanto, del edificio de mi preciosa iglesia neogótica, que está en reconstrucción y que se encuentra a tan sólo 200 mts de la puerta principal de la empresa, nadie se ocupa, no interesa. Incluso intenté algún modo de publicitarla.

Cada semana viajo 1000 kms. en coche para visitar todos los enclaves. Gasto mucho en gasolina, pero todo esto me parece como "el esfuerzo de Sísifo". Los corazones son de acero o hierro.

2 - La Revolución naranja

El este de Ucrania es la parte más habitada del país en el último siglo debido a la industria pesada que floreció en la época del zar, a finales del siglo XIX. En los tiempos soviéticos aquí se produjeron, de modo especial, las "hambrunas artificiales" (provocadas), ocurridas en las décadas de los anos 30 y 50.

Desgraciadamente, esta es la zona más atea de Ucrania. Aquí la gente perdió su cultura, incluso la lengua, ya que el 90 % de la población no habla el ucraniano, sino sólo el ruso. Es el resultado directo de la rusificación artificial (impuesta) a los habitantes de la zona por el Estado soviético. De hecho, en los últimos días algunos políticos han usado esta situación para proclamar aspiraciones separatistas del ruso-parlante sureste ucraniano como venganza al movimiento patriótico "Movimiento naranja". La revolución naranja es una protesta de gente sencilla contra la rica oligarquía gobernante. Los estudiantes y la oposición en general, pretenden hacer de Ucrania un país más parecido a todos los países europeos y evitar la autocracia rusa en la política, la cultura y las opciones religiosas. Esto sería providencial también para la minoría católica y para mí mismo como misionero en Ucrania.

Además, ocurrió durante las elecciones el más alto número de abusos que el tribunal Supremo reconoció como múltiples fraudes. Fue un tiempo duro para mí como sacerdote porque algunos parroquianos venían a mis pequenas capillas y dejaban libros, iconos y otro tipo de "literatura" a favor del primer ministro y me pedían que rezara por él. Fui educado en Polonia a ser siempre neutral en tales situaciones y no proclamar en la Iglesia, públicamente, cualquier simpatía personal. Es necesario mantener la autoridad de la Iglesia limpia. Por otro lado, la mayoría de estas acciones ocurrieron en el mes de noviembre, el tiempo en el que siempre ofrecemos requiems o exequias. Esta situación hay que entenderla con la mentalidad de aquí según la cual, si quieres hacer dano a alguien que aún vive, debes visitar la iglesia, y pedir al sacerdote que ofrezca un funeral por esa pobre persona. Pregunté a mis parroquianos si querían perjudicar al Primer ministro con esta petición. Fue una broma pero resultó muy bien. La confrontación política se acabó para siempre en mis capillas.

Este problema existe porque muchos sacerdotes ortodoxos han sido obligados por sus obispos a apoyar al candidato de Moscú: Yanukovich, nacido en la ciudad de Enakevo, que es una de las ciudades que están bajo mi cuidado pastoral. Su pasado criminal y sus actividades actuales no tienen nada que ver con el cristianismo. Por esta razón estuve hundido y deprimido en dos ocasiones durante estos días.

3 - Feliz Navidad

Espero que en la Navidad y el Ano Nuevo no haya guerra aquí en Ucrania y que la Revolución naranja, revolución de estudiantes con alegría, canciones y flores llegue también a mis parroquias en Ucrania oriental. Por favor, rezad para que esto ocurra de verdad.

Deseo a todos la paz de Cristo.

Que el Nino Jesús sea modelo de paz para todos.

P. Jaroslaw Wisniewski